En los próximo días, se profundizaría aquí sobre los bohemios del Son en Villa Mella y en Borojol, bohemios que no solo se dan tragos sino que bailan y bailan con su pareja hasta que sale el sol.
Borojol, sector de la capital Dominicana que choca con las aguas del caudaloso y navegable río Ozama, donde además llegan barcos de todo el mundo y cuya tripulación se entrego a esos bohemios, tampoco dormían.
Villa Mella, hoy tiene un Monumento al Son, y al mismo viene gente de todo el mundo para ver a los negros dominicanos bailando el ritmo y acompañados de beatísimas morenas, a la vez que se toman sus tragos.
Borojol, sector de la capital Dominicana que choca con las aguas del caudaloso y navegable río Ozama, donde además llegan barcos de todo el mundo y cuya tripulación se entrego a esos bohemios, tampoco dormían.
Villa Mella, hoy tiene un Monumento al Son, y al mismo viene gente de todo el mundo para ver a los negros dominicanos bailando el ritmo y acompañados de beatísimas morenas, a la vez que se toman sus tragos.
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